Por: Carlos Torres Rotondo
LA SIGUIENTE GENERACIÓN
Quien observa Lima desde arriba verá primero –si el cielo nublado se lo permite- la bahía entre La Punta y el Morro Solar, al sur de la cual se encuentra Miraflores: los acantilados terrosos que dan a un mar gris encrespado, la Costa Verde, el club Terrazas y el club Waikiki, las quintas y las casas de colores… Han llegado los 60 y como hongos están creciendo los hijos de los miraflorinos cuya adolescencia fue narrada por Julio Ramón Ribeyro y Mario Vargas Llosa: la generación siguiente a la de Pichulita Cuéllar, Alberto El Poeta y Zavalita, quienes alguna vez quizás se cruzaron con Ludo Tótem y con el zambo Bobby López… Las residencias familiares, los jardines bajo la humedad, la música flotando en el barrio, las rampas hacia los garajes abajo…
En su casa de Miraflores, los hermanos Juan Luis y Raúl Pereyra junto a su primo Alexei Kostrinski Pereyra construyen su galaxia particular: ensayan canciones de los Beatles y los Shadows… A finales de 1964 apenas tienen 14 o 13 años y sienten las primeras dificultades como aún innombrado grupo de rock amateur: al primo Alexei lo han jalado de año, su viejo lo ha obligado a dejar la banda y los hermanos Pereyra se ven obligados a buscar bajista… En el barrio vive un colega: Pico… El chico toca bien y es inmediatamente incorporado en el grupo… Pico Ego Aguirre es un freakie de hablar apresurado, un intelectual del sonido primigenio. Es chibolo: alto, flaco, dientes delanteros de conejo, blancuzco y encorvado, usa gruesas gafas de carey a lo Buddy Holly… Los muchachos se quedan alucinados cuando ingresan a su casa y contemplan los discos, los instrumentos y los equipos desparramados caóticamente por el suelo, en la sala, en el comedor, en los pasillos, en las habitaciones: recuerdan la mansión de los Munsters y empiezan a llamarla la casa de los monstruos… Los Ego Aguirre eran una familia muy musical… El padre de Pico tocaba piano y contrabajo en una banda de jazz… Su tío Augusto era segunda guitarra y segunda voz del trío criollo Los Morochucos… Una tía era soprano y había estudiado en la Scala de Milán… su padre le enseñó los primeros acordes de guitarra cuando era niño… De 8 a 11 años llevó clases de piano… Y le llegaban discos de todos sitios, los encargaba a amigos que viajaban, se los conseguía por las casas discográficas con las que su familia tenía contacto… Y de la música lo mejor era el rock: la surf music, que primero llegó a esa casa y luego al barrio, porque las grabaciones de los Ventures, los Shadows, los Trashmen y Dick Dale pasaban de mano en mano… Y luego, en los ensayos, hacían sus versiones… Compraron sus primeros instrumentos en la casa Sterling, cerca del barrio, en la avenida Larco. La primera guitarra eléctrica de Pico fue una Eko, con amplificador de dos entradas. Su padre construyó una caja con cuatro entradas para que la banda entera pudiera enchufar sus instrumentos y ensayar en La Casa de los Monstruos… Completaron la primera formación oficial con Quique Rossell en la batería y Nito Muente Saco-Vértiz en la voz… Pero necesitaban llamarse de alguna manera… Hay varias versiones sobre el origen del nombre. Según Juan Luis Pereyra, la palabra Shain's se le ocurrió a él y es una variación de Chains, una canción que tocaban los Beatles en su primera época. Ahora bien, en una presentación en el Clan del Cuatro Juan Luis dijo que la palabra provenía de una deformación de la palabra Milk Shake pronunciada por un amigo gago. Ésta es la versión que ha llegado a oídos de Gerardo. Según Pico, el nombre fue inspirado por la marca Sharp.
El padre de Pico los observaba tocar y se ofreció para conseguirles conciertos; en otras palabras, ser su representante, su manager… Don Enrique Ego Aguirre tenía buenos contactos: a los pocos meses de iniciados los ensayos empezaron a salir en televisión. Se presentaron en lo Mejor de la Semana -de Canal 9- y en el Clan del Cuatro… Cuando las cosas empezaron a ir en serio salen Quique Rossell y Nito Muente Saco-Vértiz. Son reemplazados por Carlos Manuel Barreda y el vocalista Miguel Arista, hermano de la famosa chica a go go Gladys Arista, que los acompañó bailando en algunas presentaciones. Aunque era el mayor del grupo (apenas 17 años) al vocalista lo apodaban "Hamburguesa" porque era puro nervio molido, se moría de miedo al subir a un escenario, por lo que el grupo debía basar su repertorio básicamente en instrumentales. Este aprendizaje determinó su sonido, ya que incluso cuando ingresó Gerardo Rojas como vocalista fijo, la banda destacó ante todo por la técnica musical de sus instrumentistas.
El padre de Pico los presentó a IEMPSA, la casa discográfica en la que grababa su hermano Augusto con Los Morochucos. Les hicieron una audición y los contrataron para grabar su primer 45. El disco sencillo tenía dos canciones: Tomahawk, un tema instrumental donde toda la familia de Pico se prestó para hacer los coros indios, y Pretty girls everywhere, de Eddie Cochran, la única grabación que hicieron con Miguel Arista en la voz principal.
A fines de 1964 los hermanos Pereyra desertaron de Los Shain's por problemas tanto económico como musicales. Por un lado habían estado tocando durante todo un año en El clan del 4 y casi no habían visto el dinero, y por otro, sentían que por los compromisos comerciales ya no tenían la libertad de los inicios y querían tocar un repertorio más basado en el sonido Mersey Beat y en bandas inglesas como The Kinks, que en el surf garagero practicado por los Shain's. Todo fue muy repentino e incluso Juan Luis tuvo problemas para recuperar su guitarra. Entonces, por su lado, hicieron una banda llamada Los Drag's. Bajo la batuta musical de Pico y la dirección empresarial de su padre, el grupo empezó a ser un caos de gente que entraba y salía. Una idea marquetera del manager hizo que se vendiera a Los Shain's como un all stars, un seleccionado nacional del rock. En realidad era una academia hacia la profesionalización. Por eso, en el texto de su primer LP el conjunto aparece descrito como un dream team. Lynn Striklin rondaba por ahí y tocaba los teclados. También estaban Julio Chávez Cabello, Pedro Pajuelo y Dante Bernuy. Hacer una lista de los bateristas del grupo en ese entonces, por ejemplo, es una tarea imposible.
DRAG'S FIVE TAG
El primera guitarra Juan Luis Pereyra fundó Los Drag's luego de su separación de Los Shain's. Al principio se llamaban Los Drag's five, pero luego lo acortaron por Drag's. El nombre fue idea de Julio Chávez Cabello y aludía a los famosos autos manipulados –pichicateados, traduce Lauer- sobre los que Tom Wolfe escribió una crónica y The Beach Boys y Jan & Dean varias canciones. La formación del grupo la completaba Raúl Pereyra en la segunda guitarra, Andrés Arana en el bajo, Alexei Kostrinski Pereyra en los teclados y Alejandro Urmeneta en la voz. Posteriormente se incorporó Jean Pierre Magnet en el saxo.
La banda duró casi dos años. Hicieron una gira a Iquitos, en pleno corazón del Amazonas y fueron recibidos como estrellas, dando entrevistas en la radio y conciertos repletos. En Lima eran habituales de las matinales y de fiestas del colegio Roosevelt. Aunque grabaron sólo un disco de 45, con las canciones El diablo vestido de azul y Land of a thousand dances, tuvieron un repertorio muy amplio, donde incluyeron un tema propio donde fusionaban rock y música latina. La canción se llamaba Papiro y es el primer antecedente del brillante trabajo que luego desarrollarían los hermanos Pereyra en El Polen. Se separaron en 1966. Juan Luis estuvo inactivo en la música hasta 1970, año en el que se tomó su primer ácido y regresó a escena, tal como referimos en el capítulo sobre El Polen.
EL MONSTRUO
Los Shain's sólo tendrían una personalidad definitiva con la incorporación de Gerardo Manuel Rojas Rodó como vocalista. Gerardo es el personaje más conocido de la primera escena rockera en el Perú, y el único vínculo mediático con las posteriores generaciones de músicos, a través de su labor de difusor en su programa de televisión Disco Club. Por eso, me detendré un momento en su biografía.
Gerardo Manuel Rojas Rodó había nacido en el distrito de Breña. Su madre era concertista de piano y su padre pertenecía a la Marina. En su infancia tuvo su primera revelación musical durante la proyección de la película Fantasía, de Walt Disney, con música de Tchaikovski. A partir de ahí empezó a coleccionar discos de música clásica y a escuchar en la radio los éxitos de Pérez Prado y Xavier Cugat. Cuando llegaron las canciones de Bill Haley a su padre lo habían destacado como capitán en el puerto de Pisco y toda la familia se había mudado con él a la vecina ciudad de Ica, donde Gerardo estudiaba en la Gran Unidad Escolar San Luis Gonzaga. En aquel entonces no pensaba tanto en el rock, sino en el jazz, ya que tocaba el saxo alto desde los 9 años, era fan de Gerry Mulligan y había debutado como músico en el colegio con su banda Funk Kings, mereciéndose una amonestación del obispo de Ica porque se habían presentado vestidos como curas.
Al puerto de Pisco llegaban barcos con marinos norteamericanos que vendían discos de 45 para poder tener soles y comprar cosas del lugar. Gerardo tomaba el colectivo con sus amigos para incrementar su colección en un mercadillo cercano al mar. Ahí Gerardo se inició en la música surf y el garage. Fue entonces, cuando tenía apenas 14 años, que se le presentó la posibilidad de dirigir un programa de rock en una radio de su ciudad, propiedad del dueño del periódico "La Voz de Ica", amigo de su padre. Empezó a despertarse temprano y a conducir Surf Beat 63 de 7 a 7:30 de lunes a viernes, antes de ir al colegio, ganando la suma de 600 soles mensuales. Pero en la tarde, luego de clases, no abandonaba la música. Con unos amigos del colegio y otros que ya eran universitarios formó una banda instrumental a la que bautizó Los Dolton's (debido al sello de los Ventures) donde tocaba el saxo y la batería. Tocaban twist y su primera presentación fue en radio Independencia. También tocarían en radio Constelación y Carolina. Pero pronto la banda debería separarse, sin haber hecho ninguna grabación.
En 1964 Gerardo finalizó el colegio y tuvo que mudarse a Lima para iniciar sus estudios de Derecho en la universidad San Marcos. Sin embargo, no podía abandonar la música. Empezó a presentarse como aficionado en un programa de Radio Victoria llamado "El show de Sergio", en el auditorio del cine Imperio, el mismo donde habían tocado Paul Anka, Chubby Checker y Bill Haley durante sus respectivas visitas a Lima. En ese inmenso teatro Gerardo iba a cantar todos los domingos y siempre veía en primera fila a un grupo de cuatro amigos que se le acercaban e intentaban hablarle sin animarse a hacerlo. Un domingo vencieron el miedo y se presentaron. Se llamaban Tito Andía, Javier Román, Walter Bolarte, y su primo Fernando Bolarte. Le dijeron que tenían la intención de hacer un grupo y lo querían como cantante. Gerardo aceptó al instante. Lo citaron en la casa de uno de ellos en Pueblo Libre. Pero al ir a buscarlos el día indicado, no le quisieron abrir la puerta. Luego de mucho insistir salió la dueña de la casa y le dijo que los chicos se sentían avergonzados porque no tenían equipos, sino guitarras de madera y un cajón criollo; es más, ni siquiera tenían nombre. No importa respondió Gerardo, y acordándose de su banda de Ica, propuso el nombre Los Dolton's. Todos aceptaron y empezaron a ensayar.
Consiguieron instrumentos eléctricos un mes después. El padre de Tito Andía les dio una garantía para que pudieran comprarlos a plazos. Tito estudiaba en la facultad de economía de San Marcos y un compañero suyo, el nikkei César Ichikawa, se volvió fan de la banda. Estaban creciendo rápidamente. Hicieron una gira a Huancayo y conocieron al cantante de Nueva Ola Pepe Miranda, que pidió que le acompañaran en algunos temas. Como todo salió muy bien, luego los llamaba para compartir cartel en las actuaciones que conseguía. Incluso llegaron a grabar una canción, "El rey de los tablistas", con letra de Gerardo dedicada a Luis Felipe Pomar, que era campeón mundial de tabla hawaiana. Sin embargo, para Gerardo Los Dolton's no eran la unión ideal. A los otros músicos les gustaba un estilo muy melódico y él era más rockero. Diversos acontecimientos precipitaron una ruptura amistosa. Tito Andía jaló varios cursos de la universidad y su padre retiró la garantía para los instrumentos eléctricos, por lo que el grupo se quedó en el aire.
A fines de 1965, en medio de ese impase, Gerardo fue invitado a cantar sin su banda al programa "La Escalera al Triunfo", de canal 4. Era su primera actuación televisiva. Cantó "La vi parada ahí" y "La amo". Ambas canciones se las dedicó a su madre. Fue acompañado por la orquesta de Manolo Dávalos. El programa lo vio el señor Enrique Ego Aguirre, representante de Los Shain's, que inmediatamente dijo que quería a ese vocalista. Dante Bernuy, vecino de Gerardo en Breña, lo contactó con Los Shain's y lo llevó a la casa de Pico para que diera una audición. El ensayo salió bien y Gerardo desertó de Los Dolton's, que incorporarían a César Ichikawa como vocalista. Con la inclusión de Gerardo quedó constituido el núcleo principal de los Shain's. Sin duda alguna fueron los gustos comunes de Pico y Gerardo, bastante avanzadas para la época, los que ayudaron a la cohesión de la banda. Grupos como The Trashmen, The Ventures, The Shadows, Dave Clark Five, The Zombies, Paul Revere and The Raiders, Sam The Sham, The Mc Coys y otros habitantes del universo garagero son las primeras influencias compartidas por este selecto grupo de melómanos de Lima.
Todas las grabaciones las hicieron con el sello IEMPSA (subsidiaria de EMI en el Perú), que tenía estudios con una consola NEVE de 8 canales, manejada por un técnico chileno. El padre de Pico reinvertía las ganancias y para ese entonces sus equipos eran de primera calidad. Justo antes de grabar el primer LP Pico se compró un fuzztone marca maestro de Gibson y un wah wah marca Schaller. Sus instrumentos eran Fender Stratocaster, Fender Mustang, una batería Ludwig, y el primer sistema Eco de cinta. Con todo este arsenal, grabaron su primer LP, que en un primer momento se iba a llamar "Shain's a go go" y luego acabó llamándose "El Ritmo de los Shain's".
En ese entonces no se conocían los efectos de guitarra (Los Saicos, por ejemplo, no usaban absolutamente nada, por increíble que parezca), por lo que tuvieron varios problemas con los ingenieros. El efecto acababa de ser inaugurado en Satisfaction, de los Rolling Stones y en los primeros 45s de los Who y los Kinks (producidos por el olvidado y trascendental Shel Talmy, partero del sonido que luego se dará a luz metal, recordemos que uno de los músicos de sesión favoritos de Talmy fue Jimmy Page, el cerebro de Zeppelin). En el medio peruano los técnicos ignoraban de dónde salían esos sonidos. Casi todos los días iban a tocar al Clan del 4. Una mañana fueron bien pertrechados con sus efectos a grabar las pistas para el programa de la una. Conectaron sus instrumentos y empezaron a tocar su versión de Satisfaction. Al instante el ingeniero pidió parar la grabación porque según él algo sonaba mal: era la distorsión.
Por eso, el sonido del primer LP de Los Shain's es absolutamente innovador para el medio. El disco consistía mayoritariamente en versiones de bandas como The Trashmen, The Ventures, The McCoys, Sam The Sham & The Pharoahs, o The Animals, con la letra traducida y adaptada por Gerardo. Incluyeron tres composiciones propias: "Shain´s a go go", "Vamos" y "Hoy". La formación que grabó el disco estaba conformada por Pico, Gerardo, Alexei Kostriski Pereyra en el bajo, Lynn Striclynn en el órgano Farfisa y Julio Chávez Cabello en la batería.
La canción que más llama la atención del LP –a mi juicio el mejor de su carrera- es El Mounstro, una adaptación de The Crusher, de The Novas. Le pusieron al comienzo el tema introductorio de la serie "La dimensión desconocida" y le escribieron una agresiva letra de ciencia ficción, con Gerardo desgañitándose con la voz más ronca con la que jamás ha cantado. El mounstro –escrito con esa ortografía en la contraportada del disco- fue un tema maldito. A comienzos de 1966 la tocaron en una matinal del cine San Felipe, y mientras Gerardo empezó a cantar: "Soy un mounstro, los voy a destruir, voy a llevarlos en mi platillo...", un criollazo le gritó desde la platea, "oe mostro, échale la culpa a tu vieja". Gerardo, picón, no aguantó el insulto a su madre, saltó del escenario y se puso a golpear al bromista. Nunca más volvieron a tocar esa canción para ahorrarse problemas.
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